AÑO 9 - Nº 02 - FEB 13
Entrevista

LOS SIETE PECADOS CAPITALES EN
INTERNET
Por Alan Woodward
Consultor en Ciberseguridad
Gobierno de Reino Unido
El fenómeno de la
"ingeniería social"
está detrás de la gran mayoría de los trucos de cibercriminales
exitosos. Lejos de lo que puedan pensar, no estamos hablando de
un nuevo y sofisticado término tecnológico, sino de algo de toda
la vida, base de los clásicos "timos" o "estafas" que se
aprovechan de la inocencia o la guardia baja del incauto.
En la modernidad esto ha sido actualizado, y en el mundo de la
informática estos trucos reciben nombres como "phishing" o "smishing".
Estamos hablando de algo que saca partido de determinadas
idiosincrasias humanas, lo que podríamos llamar los "siete
pecados capitales" de la ingeniería social.
Alan Woodward, quien trabaja como consultor en ciberseguridad
para el gobierno de Reino Unido, le explica a la BBC cuáles son
estos pecados con graves consecuencias tanto en el mundo real
como en el del ciberespacio.
1 - Apatía
Normalmente asumimos que otros "deben" haber tomado las
precauciones necesarias para mantenernos seguros. Tristemente,
esto nos lleva a una falta de conciencia del peligro y en el
mundo de los hackers esto puede ser fatal.
Cuando estamos en un hotel y programamos un número para la caja
de seguridad con el fin de mantener nuestras pertenencias a buen
resguardo, ¿a alguien se le ocurre asegurarse de que el número
de anulación de código está a salvo?
Porque casi siempre estos números son 0000 o 1234.
2 - Curiosidad
El "phising" involucra en ocasiones correos electrónicos
diseñados para que revelemos nuestra contraseña.
Los seres humanos somos curiosos por naturaleza. Sin embargo, la
inocencia o la curiosidad desinformada genera muchas víctimas.
Los criminales saben que somos curiosos y tratan de tentarnos
con ello. Si vemos una puerta desconocida en un edificio que
frecuentamos, todos nos preguntaremos adónde lleva y nos veremos
tentados a abrirla y averiguarlo, lo que en el mundo de la red
puede ser una trampa esperando al usuario inocente.
Un colega creó una página de internet con un botón que decía "no
apretar" y se quedó sorprendido al ver que la mayoría de gente
hacía clic.
Sea curioso, pero tenga un grado saludable de sospecha.
3 - Candidez
A menudo se piensa que esto es un término despectivo, pero lo
cierto es que todos pecamos de ello: hacemos suposiciones.
Nos tomamos en serio lo que otros dicen, especialmente fuera de
nuestras áreas de especialización. Vemos un informe de alguien y
asumimos que tiene autoridad.
Los timos de "phising" involucran correos electrónicos diseñados
para que los internautas revelen sus palabras clave.
Se le da a un email una apariencia oficial usando el logo
creíble y aparentemente procedente del correo electrónico
correcto, y asumimos que es real, a pesar de cuán tontas son las
instrucciones que da.
Todo esto puede ser fácilmente recreado en la red, así que nunca
dé las cosas por sentadas.
4 - Cortesía
"Si usted no sabe algo, o siente que algo no está bien,
pregunte"
Todos les enseñamos a nuestros hijos a comportarse educadamente.
Sin embargo, la cortesía no significa que no deberíamos
discriminar en el mundo de internet.
Si usted no sabe algo, o siente que algo no está bien, pregunte.
Este principio es más aplicable que nunca en el mundo virtual,
donde se nos pide interactuar con gente y en sistemas que no nos
son familiares.
Si alguien le llama de la nada y le dice que es de su banco, ¿le
creerá? No, llámalo usted.
Y use un teléfono móvil, ya que las líneas fijas pueden quedarse
conectadas a la persona que hizo la llamada en primer lugar y,
aunque piense que está llamando al banco a un número válido, le
estará hablando a la persona que lo llamó.
5 - Avaricia
A pesar de lo que algunos puedan decir, todos nosotros somos
susceptibles a la avaricia, incluso cuando no nos sentimos
avaros.
Desde su nacimiento, la cultura de la red ha fomentado el
compartir cosas gratuitamente.
Inicialmente esto se aplicó a trabajos académicos, pero a medida
que internet empezó a ser comercializada a mediados de los años
90 nos dejaron con la impresión de que todavía podemos encontrar
algo a cambio de nada.
Nada es realmente gratis en la red.
Tienen que recordar que, si no son un cliente que paga, es
probable que usted sea el producto.
En el peor caso, descubrirá que ha descargado algo en su
computador que está lejos de ser aquello que "adquirió".
Muchos virus maliciosos malware son descargados por personas que
no son conscientes de que el producto "gratuito" tiene
consecuencias, incluso cuando parece que hace lo que estaba
destinado a hacer.
6 - Timidez
Una llamada del servicio de mantenimiento informático puede ser
de cibercriminales ubicados en otro continente.
Las personas evitan preguntar a extraños por su tarjeta de
identificación, y en el mundo en línea es incluso más importante
pedir las credenciales de aquellos a los que confiamos
información sensible.
Una llamada de un equipo de mantenimiento informático puede ser
en realidad una llamada de cibercriminales en un continente
distinto.
No deje que las circunstancias lo lleven a revelar su identidad.
Por ejemplo, si alguien de mantenimiento informático le pide su
contraseña para arreglar su problema, ¿cómo sabe que no han
llamado a alguien más en el edificio para averiguar que usted es
el que tiene la dificultad?
Este es un ataque muy común. Si al que llama le cuesta demostrar
quién dice que es, debería sospechar inmediatamente.
7 - Imprudencia
"No asuma nada, no crea en nadie y revise todo"
Pensar antes de actuar es el modo más efectivo para protegerse.
Es demasiado fácil hacer clic en ese vínculo... ¡Pare!
Cuantos de nosotros, cuando leemos un vínculo aparentemente
válido en un correo electrónico, nos molestamos en revisar si es
realmente válido y nos desvía a una página maliciosa.
Es terriblemente fácil hacer que los vínculos parezcan válidos
para atraer nuestro cursor por unos segundos antes de que
apretemos para comprobar lo que es realmente: el vínculo real
aparecerá si espera un momento.
Por muy cínico que parezca, la única forma de evitar esto es que
practiquemos el ABC en estos casos: no asuma nada, no crea en
nadie y revise todo.
Teniendo en cuenta que cada vez son más los que realizan sus
compras navideñas por internet, deberíamos estar atentos frente
aquellos que quieren explotar nuestros siete pecados capitales.
No dé a los delincuentes la oportunidad de arruinar sus
vacaciones y recuerde que un poco de paranoia es importante en
la internet.
Fuente: BBCMundo.com